TERRA DE REMENCES

Hoy ha sido la cita con la QH catalana, La Terra de Remences, que año tras año va ganado adeptos gracias a su buena organización, recorrido y calidad de servicios.
El día amaneció lloviendo y Joan y yo que veníamos desde Camprodon vimos que la carretera estaba muy mojada y resbaladiza, por lo que en el coche íbamos comentando si salíamos o no. Yo tenía claro que en esas condiciones no salía entre otras cosas porque el inicio de la marcha esta lleno de rotondas y rayas blancas pintadas en el suelo de la carretera y teniendo en cuenta los nervios con que se salen, frenazos, acelerones, etc. era muy fácil irse al suelo. Pero Joan con la motivación y el estado de forma que tiene en este momento decidió que si salía.
Llegamos a la zona de salida y Joan empezó a montar rápidamente la bicicleta y decidió que saldría de los primeros por lo que aunque estuviera una hora mojándose en la parrilla de salida el se iba. Yo le dije que no salía y que si aclaraba el tiempo saldría después a hacer un recorrido paralelo y los vería pasar, pero que yo no me la jugaba. Asi que el se fue y yo estuve esperando hasta 15 minutos antes de la salida, Entonces los remordimientos pudieron conmigo y deprisa y corriendo monte la bicicleta y me fui hacia la salida. Si salíamos 2700 ciclistas yo estaba el 2699. Pistoletazo de salida y hasta que pasé por el control de chip paso un buen rato, así que en cuanto salí a la general metí toda la traca y así avanzando gente conseguí situarme bastante cerca de la cabeza justo antes del inicio del puerto, ¡ Jo ! que calentón y con lo mal que estoy creo que he sido un poco imprudente. En la subida he pasado a Jordi que me comento que estaba pasando un estado febril y que andaba tocado y cuando me vio me dijo “pero tu no ibas a salir con los últimos” luego contacte también con Jaume 600 y con Luis, y a Paco lo tenia controlado a 50 mts. La verdad es que en la subida lo he pasado mal porque tenía un dolor de cabeza horroroso y no iba, por lo que me he descolgado un poco del grupo cabecero pero por suerte la distancia que había hasta el siguiente puerto era la suficiente para empalmar como así ha sido.
En el segundo puerto las sensaciones han sido mucho mejores y aunque el dolor de cabeza se mantenía. Las piernas ya iban mas finas y he ido pasando gente hasta que me he situado en un grupo cañero que ha mantenido un elevado ritmo tanto subiendo como bajando hasta llegar a meta.
Al final han sido 95 Km. en 2:39:28 a una media de 35,74 km/h quedando el 24 de la general y el 3º de la categoría.
Mis compañeros Routiers diran: ¿y este tío esta mal ? de que se queja. Pues si, de verdad que lo lo estoy y lo paso muy mal. Esta semana tendré los resultados de las analíticas y las pruebas que me están haciendo, a ver si descubren de una puñetera vez, donde esta el problema y por fin puedo disfrutar de la bicicleta en lugar de sufrir como un perro apaleado.