miércoles, 17 de septiembre de 2008

8ª ETAPA

NAJERA – SANTO DOMINGO DE LA CALZADA
Salimos de Nájera con dirección a Santo Domingo de la Calzada. Tenemos bastante cansancio acumulado y 22 Km. por delante.
Lo hacemos por la calle Costanilla. al lado de Santa María la Real. Vamos ascendiendo por un camino que nos conduce a dos pequeños cerros, entre pinos, viñas y grandes espacios abiertos que nos ofrecen las llanuras riojanas hasta llegar al pueblo Azofra. Cruzamos Azofra por su calle Mayor y a la salida del pueblo, junto al camino vemos un monumento dedicado a la Virgen de Valvanera, que fue pagado por sus habitantes. Poco después nos encontramos con otro monumento no demasiado bien cuidado que resultó ser un Rollo medieval ó Cruz de los Peregrinos y en su época indicaba que se iba por el camino correcto.
El camino se hace cómodo y aunque hay algún repechón que te obliga a apretar los dientes no es una etapa difícil.
El problema surge cuando los pies empezaron a quejarse. La cosa ya venia del primer día que utilice un calzado inadecuado y me empezaron a salir unas ampollas en los dedos meñique de ambos pies. El día anterior había comprado esas tiritas que dicen que son tu segunda piel, se llaman algo así como “Compex”, pero no hicieron otra cosa que herirme mas que curarme y al llegar a Cirueña en un banco justo al lado del campo de golf tuve que parar, descalzarme y curarme como puede las heridas que estaban en carne viva y los calcetines rígidos de la sangre seca. Pero no me queje lo mas mínimo porque mi mujer también llevaba doloridos los pies aunque sin heridas, y ya se sabe, el desanimo se contagia, y si no infundes moral al grupo es muy fácil que te vengas abajo y abandones.
Así que aguanté el tipo como pude y después de superar las últimas colinas a la salida del pueblo ya empezamos a divisar Santo Domingo de la Calzada a lo lejos. Y como siempre pasa cuando tienes el objetivo a la vista parece que no llegues nunca.
Justo a la entrada del pueblo habían situado una caseta de madera de información al peregrino donde pudimos sellar el carnet, despues nos dirigirnos al coche para cambiarnos e ir a comer. Atravesamos por el casco antiguo y la catedral pero decidimos no pararnos porque estaban a punto de cerrar y nos primaba más el comer y recuperarnos.
Llegamos al coche y tanto Mº José como yo parecíamos perros apaleados lamiéndonos las heridas, menos mal que el restaurante que nos habían recomendado “El rincón de Emilio” estaba a 200 mts. que sino, no sé como hubiéramos llegado. Después de comer unos suculentos platos riojanos y dar buena cuenta de una botella de buen crianza nos cambio el color de la cara y nos vimos con valor de volver a la catedral de esta bella ciudad que conmemora con su nombre a un monje -elevado a Santo- que dedicó gran parte de su vida a facilitar el paso a los caminantes, construyendo él mismo el puente que salva el Oja y la calzada que une su ciudad con Redecilla. A Santo Domingo se le atribuyen diversos milagros, entre ellos el más conocido es el acaecido unos 300 años después de su muerte y que es conocido popularmente con el nombre de la Leyenda del Gallo y la Gallina.
Santo Domingo de la Calzada, donde cantó la gallina después de asada, y dice así: En el siglo XIV peregrina a Compostela, un matrimonio alemán con su hijo de dieciocho años llamado Hugonell. La mesonera donde se hospedaron se enamora del muchacho, que la rechaza.Furiosa la moza, introduce en el bolso del joven una copa de plata, y cuando los peregrinos siguieron su camino, la muchacha denuncia al joven por ladrón. El juez lo hace ahorcar, las leyes de entonces (Fuero de Alfonso X el Sabio) castigaban con pena de muerte el delito de hurto y una vez fue prendido y juzgado, el inocente peregrino fue ahorcado.
Al cabo de un mes, cuando sus padres regresan de Santiago y se acercan al patíbulo para rezar por el hijo, se encuentran con que éste está vivo, suspendido de la cuerda, y les suplica que acudan al juez de la ciudad para que lo suelten y lo dejen en libertad. El juez se encuentra sentado a la mesa a punto de trinchar una gallina; al oírles, suelta una estrepitosa carcajada y añade: ¡Tan cierto es el cuento que me acabáis de narrar como que esta gallina está viva! La gallina se incorporó sobre sus patas y saltó fuera del plato. El Juez ordenó inmediatamente que se descolgara al joven y se castigara a la moza
Por este motivo podemos ver dentro de la catedral una gavia con dos gallinas vivas, como recuerdo del milagro y los peregrinos esperando que canten en su presencia como augurio de buena suerte.
Al salir de la catedral nos volvimos a encontrar con el amigo MARCELINO LOBATO, que se alegró mucho volvernos a ver y tras ofrecerse a invitarnos a un café nos despedimos deseándonos mucha suerte.
Cinco horas después estábamos en casa, con el calendario en la mano, pensando en cuando podriamos emprender las siguientes etapas de esta apasionante aventura.

No hay comentarios: